miércoles, 13 de abril de 2011

Aspasia. IES "Reyes Católicos". 8 de marzo de 2011



La antigua Grecia y la antigua Roma no sólo eran sociedades patriarcales, sino también esclavistas. La condición de ciudadano pertenecía sólo a una minoría de privilegiados. En Grecia, la situación variaba, según la zona geográfica. Puede decirse que donde más libertad alcanzaron las mujeres fue en Esparta, donde se educaban al mismo nivel que los hombres, con la idea de parir hijos fuertes y sanos. En Atenas, la cuna de la civilización occidental y el origen de nuestro sistema democrático de gobierno, los derechos de participación política eran privilegio de los hombres con la condición de ciudadanos libres, que se turnaban en los órganos de participación política. Las mujeres libres casadas con ciudadanos estaban recluidas en el ámbito doméstico, cuidando del telar y de la educación de los niños y niñas. Sólo las cortesanas, pertenecientes a la clase social de los metecos, pudieron tener alguna influencia en los asuntos públicos. La más famosa de ellas fue Aspasia, originaria de Mileto, que fue compañera de Pericles, el más importante gobernante de la Atenas del siglo V a.C. Los enemigos políticos de Pericles enfatizaron sobre sus dudosas actividades, minimizando su enorme capacidad intelectual como filósofa y logógrafa (escritora de discursos). Muchas de las grandes decisiones de Pericles parecen haber estado influidas por Aspasia. En concreto, el discurso por los caídos en la guerra del Peloponeso parece ser obra suya, aunque naturalmente fue pronunciado por Pericles. En nuestra presentación, el jefe de gobierno ateniense hace un elogio del sistema democrático, llegándose a mezclar ambas voces, del gobernante y de la autora, para quedar finalmente sólo la voz de Aspasia. (Comentarios y presentación creados por Antonio López Gámiz, profesor de Latín y Griego en el IES "Reyes Católicos" de Vélez Málaga)

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